Dragón de Komodo
En la extensa cadena de islas del archipiélago de la Sonda y más concretamente en tres islotes conocidos con los nombres de Komodo, Rintja y Padar, así como en la zona occidental de la isla de Flores, vive el dragón de Komodo, el mayor de los lagartos que hoy pueden encontrarse sobre la superficie de la Tierra.
Sus dimensiones alcanzan los tres metros de largo, con más de ciento cincuenta kilos de peso, que justifican con amplitud el apetito insaciable de este depredador de jabalíes,ciervos y monos.
Su gran boca se encuentra poblada de dientes cortantes de varios centímetros de largo; asimismo, sus uñas, robustas y curvadas, constituyen un precioso elemento para la defensa, junto con su cola, larga y musculosa.
En el seno del grupo se establece una cierta jerarquía, con un macho dominante que sólo permite comer al resto de miembros del gupo después de haberse saciado él mismo. Si bien es cierto que este mismo macho mantiene una actitud caballeresca con las hembras de la manada y permite que en cualquier momento participen de la comida; quizá como consecuencia de estas atenciones las hembras poseen un carácter más pacífico.
En cuanto a sus costumbres, el dragón de Komodo permanece casi inmóvil durante el día, refugiado en su madriguera, cavada por él mismo a cubierto de la vegetación o bien a pleno sol, en la arena o a cubierto de alguna roca.
La cría de Komodo posee unos vistosos colores y gusta de trepar por los árboles. Una vez llegado a la edad adulta mudará los atractrivos colores de su piel y adoptará unos hábitos enteramente terrestres.
A pesar de su tamaño tiene las mismas costumbres que nuestro lagarto común y así, están encantados tomando baños de sol recostados sobre alguna piedra templada.
jueves, 27 de mayo de 2010
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